
Estás incómoda porque el momento de las relaciones sexuales fuera de ser un encuentro placentero y gustoso, te produce dolor. Usar lubricantes no es suficiente para no sentir esas molestias. No sabes a quién recurrir para contarle lo que te pasa. Esta situación es frecuente después de ser madre y en la menopausia, pero en cualquier caso tener dolor en las relaciones no es normal. El estado del suelo pélvico tiene mucho que ver con las emociones, con la percepción de una misma, las creencias sobre la sexualidad, el momento vital en el que estamos con nuestra pareja…toda una serie de condicionantes que nos llevan a presentar dolor o falta de sensibilidad y orgasmos. Con la fisioterapia tratamos estas situaciones asegurando que la musculatura y todas las estructuras del suelo pélvico garanticen la correcta función sexual. El trabajo propioceptivo es importantísimo, el tratamiento de los puntos de dolor y la flexibilización del suelo pélvico. Somos la unión perfecta de cuerpo, mente y alma y a veces hay que trabajar en todas las esferas, pero en esta consulta nos aseguraremos de que la parte física no sea el origen de tu dolor.