
¿Qué pasa después? ¿cómo me manejo en la vuelta a casa en el postparto?
Volver a casa con un bebé es una alegría pero vas a necesitar 24 horas para tu hijo. El tiempo se para porque tienes que hacerte a la nueva criatura pero para los demás todo sigue, el trabajo, el cole de los otros hijos, las rutinas…
Vamos a plantearnos previamente, si por ejemplo, queremos volver directamente a nuestra casa, o nos mudamos a casa de nuestra madre por tener un poco de ayuda y soporte vital. O porque en tu casa no hay ascensor y prefieres tenerlo cómodo.
No es una tontería, el peque nuevo te necesita al 100%, habrá malas noches, el cansancio se junta un día con otro… y faltan tiempo y manos.
Necesitamos acompañamiento psicológico, soporte emocional, para ir aprendiendo sobre las necesidades del bebé y recuperarte tú. Para cuando te dé el bajón, ¿a quién vas a recurrir?
Cuando volvemos a casa con un bebé, necesitamos ayuda porque no vuelves y puedes hacerlo todo, como antes de dar a luz. Probablemente, te sientas cansada y a lo único que tienes que atender es a tu hijo y un poco a ti misma. La casa tiene que seguir adelante, hay que comer cada día, seguir las actividades y horarios de los hijos mayores…
¿Has pensado en dejar comida hecha y congelada para esos primeros días? Todo lo de la casa puede esperar pero comer, hay que comer. Congelar varios platos antes de dar a luz es una buena opción. Y si alguien se ofrece, un buen plato de comida caliente reconforta y ¡Mucho!
Cuando tenemos otros hijos, tenemos los sentimientos doblados, de preocupación por la falta de atención y porque surjan los celos, incluso a veces, nos encontramos haciéndole más caso al mayor, que al pequeño que acaba de nacer. Es bueno saber delegar. Tú vas cansada, tu pareja también porque duerme las mismas pocas horas que tú. Tirar de algún familiar para ratitos de atención con los otros hijos puede ser muy bueno. Para llevarlos al cole, a las actividades, un ratito al jardín… O que se queden con el recién nacido y atiendas tú al mayor.
A todo no vamos a llegar, no somos superwoman.
Sacamos fuerzas de flaqueza, ¿pero a costa de qué? de un día explotar porque no lo tienes todo bajo control. Nos vamos a plantear el delegar las cosas superfluas, lo que puede esperar. Cosas que son básicas en una casa, como la comida, la limpieza, la ropa… Que no tengas otra cosa que hacer más que cuidar de tu bebé y de cuidarte tú. ¡Es difícil! Por eso, necesitamos ayuda, saber delegar.
En el periodo de adaptación en la vuelta a casa, plantearos la ayuda que necesitáis y quién os la va a prestar. Nuestra pareja, desde luego, es una pieza fundamental en casa. El cansancio nos puede a todos, pero la convalecencia y la lactancia es nuestra. Si le das biberón, aunque apetece mucho darlo nosotras mismas y tenerlos cerquita, no pasa nada dejarlo en manos de tu marido o un familiar para echar una siestecita.
Necesitamos un espacio para nosotras, un poquito de tiempo para ducharnos, para salir a la calle, para ir al baño…
Nos cuesta delegar, pero es que es necesario. No dudes en buscar ayuda.
En el postparto lo que está rifado es el sueño
Es interesante acoplarse al ritmo del bebé. Comer y dormir a la par que él. A veces se junta una toma con otra y no hay manera: !todo el día con la teta fuera¡ Pero procura llevar su ritmo en lo posible, así darás alguna cabezadita buena.
Podemos delegar el momento del baño, que es un momento muy especial y gustoso, pero lo puedes dejar en otras manos de confianza y hacer otra cosa tranquila, o atender a los demás.
La baja maternal no es estar de vacaciones, ¡ni mucho menos!,
Que nadie nos eche en cara que estamos de baja. Es que es absolutamente necesario, estás convaleciente, del parto vaginal o por cesárea. El cuerpo tiene que volver a lo suyo y nuestra criatura nueva necesita atención 24 horas al día. Los hombres que ahora tienen una baja paternal más larga, son pieza angular en la adaptación a la vuelta a casa. Pueden arrimar el hombro y mucho, que a ellos no les duele nada.
¿Quién nos cuida a nosotras? para curar puntos, para velar por nuestro sueño. Para que nos escuchen y comprendan nuestras dudas y el cansancio. Así es que soporte físico, emocional y familiar.
En cuanto a las visitas, es una cosa que también tenemos que gestionar y ponernos de acuerdo con la pareja, para que sea el cómplice. A veces, necesitamos estar solos en casa y hay que ser contundentes con los horarios y quién te visita.
Otro aspecto con el que sufro al escuchar a algunas pacientes, es el tema del trabajo. Hay mujeres que no pueden, literalmente, dejar el trabajo unas semanas, ni delegarlo. Esto es durísimo, y entiendo que muy difícil de hacer para algunas. Gestionar la baja maternal real, que estés desconectada del trabajo es difícil. Te mereces un tiempo para recuperarte y atender a tu niño. Y algunas ni unas semanas así pueden tener. Criar es muy duro, ¿pero compensa no poder dejar de trabajar?, ¿no poder tener mínimo 6 semanas para hacernos y poder disfrutar del nuevo hijo?. Hay que reflexionar sobre esto. Piensa estas cosas en tu plan postparto.
Receta mágica en el postparto no hay, lo siento
Pero si os sirve, mantener la calma, replantear las prioridades y ¡SOS si hace falta!. Delegar y saber llegar a lo que se puede.
El momento ya es exigente y merece la pena disfrutarlo. Todo va a salir bien.
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