Contentidos

¿Ya sabes si quieres epidural o no?, ¿has decidido si le quieres dar de mamar o no? Cuando nos planteamos qué queremos hacer cara al parto logramos una cosa muy importante: visualizamos el momento de dar a luz y empezamos a tomar decisiones y expresar deseos e inquietudes.
Rellenar el plan de parto te ayuda a ir pensando tanto en las decisiones más generales como en los deseos más concretos. Estos parecen secundarios pero van a marcar la diferencia entre estar satisfecha con tu parto o que te quedes con la»morriña» de lo no conseguido o con «mal sabor de boca» porque te hubiese gustado que fuera de otra manera.
Me habéis oído decir, en otras ocasiones, que tenemos que estar preparadas para los imprevistos de la «puesta en escena». Que como la vida misma, habrá cosas bajo nuestro control y otras variables que tenemos que encajar sobre la marcha. Las cosas que no nos gustan y los reveses de la vida… El ser humano es capaz de adaptarse sobre la marcha a las piedras del camino y superar los contratiempos. Así que, digo esto, para ti, que estás preparando tu parto, que aproveches toda la información que te llevará a disfrutar y a tener una experiencia de parto bonita y única, como el momento se merece. Y también me dirijo a tí para que sepas encajar un imprevisto y no te quedes con desilusión o resquemor por algo ocurrido en el parto.
Qué podemos reflejar en el plan de parto
Partimos de la base de que la matrona y sanitarios que te asistan van a ayudarte en lo que necesites, van a respetar tus decisiones y si hay indicación de hacer otra cosa por algún motivo importante, te lo van a explicar. Entablar una buena relación desde el saludo inicial, por ambas partes, de respeto y de buena comunicación, os interesa a todos. Vais a tener un bebé y la matrona va a estar a tu lado, vigilando, respetando tus tiempos y ayudándote para que todo salga bien.
En la fase de dilatación
Para afrontar el parto lo primero que tienes que pensar es quién quieres que esté a tu lado. La persona que elijas tiene que saber transmitirte tranquilidad, conocer tus preferencias sobre cómo quisieras que sea el parto y tiene que ser capaz de mantener el tipo, de animarte y de infundirte seguridad.
Actualmente suele ser la pareja, pero que sepas que puedes elegir a tu madre, a una hermana o una amiga.
Ya no es una práctica habitual, pero si quieres puedes reflejar que no quieres el rasurado al llegar al hospital ni que te pongan un enema. Era de protocolo para todas las mujeres, por tener el recto vacío para «ganar espacio» y evitar la vergüenza que sentían algunas en el expulsivo. Pero ni una cosa ni otra son necesarias, así que puedes elegir.
Durante la dilatación puedes y es aconsejable que te muevas. Ya en la mayoría de hospitales tienen pelotas de fitball, fulares, sillas, la cama y puedes llevar algo que te sirva si no te ponen pegas, o no hubiera espacio suficiente.
Puedes elegir el método de alivio de dolor, si quieres anestesia epidural o duchas calientes, parto en el agua, si tu hospital tiene disponible esta opción, tens analgésico, inyecciones de agua estéril, óxido nitroso u otros procedimientos: respiración, movimientos, masajes…
También puedes pedir beber agua o zumos, bebida isotónica o algo de fruta. Si por algún motivo te lo desaconsejan durante el proceso del parto, te lo explicarán.
Puedes elegir si quieres o no que te administren medicamentos para acelerar el parto. Si te cogen una vía por si acaso o no, si monitorizan al bebé con monitorización continua o intermitente.
Te consultarán siempre y te pedirán permiso para los tactos vaginales, a ver cómo va el parto, los centímetros de dilatación que llevas, si tienen que romper la bolsa o sondarte. Ten en cuenta, que no son prácticas habituales, y que te explicarán la necesidad de cualquier tipo de intervención y tú podrás decidir qué hacer.
Durante el expulsivo
Pues cuando ya va a salir la criatura puedes elegir la posición en la que te pones. Aunque hayas optado por la epidural, algunas posturas se pueden elegir.
Te puedes pronunciar y decir que no a la episiotomía, aunque no sea de protocolo y salvo casos excepcionales.
Puedes expresar si quieres ayuda con compresas calientes, o una protección manual del perineo por parte de tu matrona.
En ese momento, puedes reflejar en tu plan de parto, cuándo y quién corta el cordón umbilical. Puedes pedir hacerlo tú, si quieres, o tu pareja o acompañante. Si quieres donar la sangre del cordón hay un protocolo específico y si no, lo ideal es cortarlo cuando deja de latir, a los 2 minutos del nacimiento.
Alumbramiento de la placenta
Sabes que después de la salida del bebé, queda que salga la placenta. Puede ocurrir espontáneamente o que necesite ayuda con oxitocina y la matrona. Esto puedes elegirlo también.
Ten en cuenta que, normalmente, el alumbramiento de la placenta ocurre antes de una hora. Si sobrepasara ese tiempo sí se recomienda la intervención de ayuda. Está relacionado si no, con hemorragias abundantes postparto.
Los cuidados de tu hijo
Desde el nacimiento puedes pedir el «piel con piel». Esto no es otra cosa que te pongan a tu hijo sobre tu pecho, en tu regazo, para abrazarlo, verlo, tocarlo… Sería de cajón hacerlo así, porque queremos conocerlo y tenerlo cerquita. Acaba de nacer y no deseamos apartarnos de él.
Esto del piel con piel, no estaba contemplado antes. Pero se ha verificado que tiene múltiples beneficios para el bebé y la madre. A nivel cognitivo, emocional y físico. No obstante, si te encontraras mal por lo que sea, es tu hijo y se puede postergar. Si queréis, puede ser el padre o acompañante quien lo reciba en su regazo. Es otra opción.
Puedes iniciar la lactancia justo en ese momento, nada más nacer. Ofrecer el pecho, sin agobios, posicionando al bebé cerca que buscará tu pecho instintivamente.
Ya no está en el protocolo de muchos hospitales, pero puedes decidir si se hacen aspiraciones nasofaríngeas a tu hijo, o no. La recomendación es que no son necesarias. Como tampoco lo es un sondaje rectal.
Puedes optar a que le suministren vitamina K, para evitar un sindrome hemorrágico grave, con un pinchazo en el hospital, o administrarlo vía oral. Con esta segunda opción te comprometes a dar la dosis correspondiente a la semana y al mes del nacimiento. Esto es muy importante.
En cuanto al baño de la criatura, lo puedes hacer tú o tu pareja, o encomendarlo al personal sanitario. No se recomienda lavarlo antes de las primeras 24 horas de vida.
Como ves, merece la pena reflexionar sobre algunos aspectos del parto. Ahora, te dejo el enlace del plan de parto del Ministerio de Salud, aquí.
Un ejemplo de plan de parto de la asociación el parto es nuestro.
Y un imprimible detallado con tu plan de parto, aquí, de la Junta de Andalucía, que me ha gustado por su claridad.
Espero que os sea de utilidad. Nos vemos la semana que viene para elaborar el plan de postparto, ¿os parece?
Felíz semana
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